En la residencia Alena Cadalso vivimos el sábado una mañana muy especial con nuestro Taller de Cocina, una actividad que siempre despierta entusiasmo, creatividad y muchas sonrisas.

En esta ocasión, nuestros residentes se convirtieron en auténticos chefs, elaborando un rico aperitivo que después compartieron con sus familiares. Un momento entrañable, donde el cariño y la participación se mezclaron con el aroma de la cocina casera.

Este tipo de actividades no sólo promueven la autonomía y la estimulación cognitiva, sino que también fortalecen los lazos familiares y sociales, generando recuerdos que alimentan el alma.

¡Enhorabuena a todos nuestros cocineros y gracias por hacernos disfrutar tanto!

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